El muerto se asusta del degollado (?)
El viejo dicho: "El muerto se asusta del degollado" se refiere a un muerto que se asusta de otro muerto o, en todo caso a alguien que se sorprende de algo (generalmente malo) que ve en otra persona y no ve que se manifiesta igual o peor en la suya.
Es curioso como un tal Valenzuela, chileno, blanco, que viene en representación de un tal Obama, norteamericano, negro, nos dice sueltito de cuerpo que en nuestro país (Argentina) hay inseguridad jurídica e inestabilidad económica suficientes para desalentar las inversiones de las empresas de su país en el nuestro.
Digo que es curioso, que este pelilargo peinado hacia atrás (seguramente para parecer de testa más grande, como hace el pavo real cuando extiende sus alas y cola) y casi seguramente "engominado", viene a hacernos una advertencia en representación de un país que no es el suyo sin observar que habla en nombre de quienes generaron las dos crisis económicas más grandes que la humanidad haya conocido jamás. Es curioso además, porque el mismo país que dice representar ha sido verdaderamente sanguinario, cruel, irreverente, insolente, perverso con toda la humanidad promoviendo guerras y hambrunas en cuanto lugar del planeta se le ha ocurrido (se le ha ocurrido robar).
Lo que es importante destacar es que por detrás de estas declaraciones corre el interés de producir una desestabilización política en la región, apoyando a Brasil, criticando a Venezuela o Bolivia, dando un guiño encubierto al golpe en Honduras y estableciendo bases militares en Colombia y Paraguay (con esperanza de alguna también en Brasil). Una vez más la mano negra de los golpes militares, que ahora son y serán golpes civiles y económicos (recordemos nomás el gobierno de Carlos Saúl Menem). La intención de promover el descontento de los pueblos para que derroquen por la fuerza, por el voto o por el voto con ayuda de algún fraude a quienes nos gobiernan bien (con errores, obvio), para establecer nuevamente la política de asfixia a quienes por estos tiempos estamos luchando con grandes esperanzas de salir adelante.
Es suficiente, podría abundar en datos que son fáciles de obtener de la Internet. Es precisamente por eso que no lo hago. No hace falta.
Como dato tardío, para quien llegó hasta aquí: no tengo especial simpatía por un partido político o un gobernante (por si a alguien se le ocurrió tal cosa), solo trato de hacer uso de mi cerebro, que para eso lo tengo e intento promover el uso de los de los demás.
Es curioso como un tal Valenzuela, chileno, blanco, que viene en representación de un tal Obama, norteamericano, negro, nos dice sueltito de cuerpo que en nuestro país (Argentina) hay inseguridad jurídica e inestabilidad económica suficientes para desalentar las inversiones de las empresas de su país en el nuestro.
Digo que es curioso, que este pelilargo peinado hacia atrás (seguramente para parecer de testa más grande, como hace el pavo real cuando extiende sus alas y cola) y casi seguramente "engominado", viene a hacernos una advertencia en representación de un país que no es el suyo sin observar que habla en nombre de quienes generaron las dos crisis económicas más grandes que la humanidad haya conocido jamás. Es curioso además, porque el mismo país que dice representar ha sido verdaderamente sanguinario, cruel, irreverente, insolente, perverso con toda la humanidad promoviendo guerras y hambrunas en cuanto lugar del planeta se le ha ocurrido (se le ha ocurrido robar).
Lo que es importante destacar es que por detrás de estas declaraciones corre el interés de producir una desestabilización política en la región, apoyando a Brasil, criticando a Venezuela o Bolivia, dando un guiño encubierto al golpe en Honduras y estableciendo bases militares en Colombia y Paraguay (con esperanza de alguna también en Brasil). Una vez más la mano negra de los golpes militares, que ahora son y serán golpes civiles y económicos (recordemos nomás el gobierno de Carlos Saúl Menem). La intención de promover el descontento de los pueblos para que derroquen por la fuerza, por el voto o por el voto con ayuda de algún fraude a quienes nos gobiernan bien (con errores, obvio), para establecer nuevamente la política de asfixia a quienes por estos tiempos estamos luchando con grandes esperanzas de salir adelante.
Es suficiente, podría abundar en datos que son fáciles de obtener de la Internet. Es precisamente por eso que no lo hago. No hace falta.
Como dato tardío, para quien llegó hasta aquí: no tengo especial simpatía por un partido político o un gobernante (por si a alguien se le ocurrió tal cosa), solo trato de hacer uso de mi cerebro, que para eso lo tengo e intento promover el uso de los de los demás.
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